En un mensaje divulgado aquí, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, afirmó que «sigue comprometido» con trabajar en el país, en línea con con su mandato mundial.
La oficina cesará sus operaciones el próximo domingo porque el Gobierno decidió no renovar el acuerdo, detalló el representante de la ONU.
“Lamento que nuestra oficina en Uganda haya tenido que cerrar después de 18 años, durante los cuales pudimos trabajar en estrecha colaboración con la sociedad civil, personas de diversos ámbitos de la vida en Uganda, así como comprometernos con instituciones estatales para la promoción y protección de la derechos humanos de todos los ugandeses”, añadió en el comunicado de prensa.
El cese del trabajo en Kampala fue antecedido por el cierre de las suboficinas de Gulu y Moroto.
De acuerdo con ONU, esta misión fue una de las de mayor presencia independiente de derechos humanos de la ONU en África.
Tras el anuncio, el alto comisionado de Derechos Humanos llamó al Ejecutivo a garantizar que la Comisión de Derechos Humanos de Uganda pueda funcionar de manera efectiva e independiente, como el principal organismo encargado de la supervisión de los derechos humanos en el país.
“Insto al Gobierno de Uganda a que proporcione a la Comisión los recursos humanos, técnicos y financieros adecuados para que pueda ejecutar con mayor eficacia su importante mandato”, agregó.
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