De acuerdo con un comunicado divulgado en la página oficial de esa organización ambientalista, se trata de una “excelente noticia, esperemos que sea definitiva. La elevación inútil de los límites crearía un clima negativo para la digitalización fundamental del país”.
Stefano Ciafani, presidente de Legambiente, manifestó que las presiones para tal incremento en los parámetros, responde a los intereses de los operadores de telecomunicaciones que pretenden, tras comprar las licencias 5G, ahorrar en costos de infraestructura.
La decisión de excluir la discusión de esa disposición en la última reunión del Consejo de Ministros, efectuada el lunes último, responde a los principios de salvaguarda de la salud de la población, expresó Ciafani.
En estos momentos, la mayoría de los 27 países que integran la Unión Europea aplican el límite de 61 V/m recomendado por esa comunidad regional, o parámetros aún más altos, mientras ocho, incluida Italia, mantienen niveles más estrictos.
Para las empresas de telecomunicaciones italianas, el límite de 6,0 V/m es demasiado bajo, y ello obliga a instalar repetidores de menor potencia y, por tanto, en mayor número, con mayores costos, mayores tiempos de construcción y mayor impacto ambiental.
Sin embargo, Legambiente reiteró que no solo no hay razón técnica, sino que no hay obligaciones de ajuste ni límites al desarrollo de las telecomunicaciones, y que los 6,0 V/m actuales son suficientes para digitalizar el país.
Italia podría presumir de una legislación avanzada, que sea capaz de desarrollar 5G sin poner en peligro la salud de la población, señaló esa organización, la cual propone que antes de decidir sobre la propuesta de elevar el límite electromagnético, el Gobierno instale una mesa de discusión y trabajo para evaluar alternativas.
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