Durante la Cumbre de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), que sesionó este martes en Belém, capital del norteño estado brasileño de Pará, Ecuador estuvo representado por el ministro de Relaciones Exteriores, pues el presidente, Guillermo Lasso, no asistió al evento.
Manrique, que antes fue titular de Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador, abogó en la cita de los ocho países amazónicos por preservar la biodiversidad y por que los servicios ecosistémicos sean la base del desarrollo.
«La historia nos observa y las futuras generaciones esperan ansiosas nuestro legado», dijo el jefe de la diplomacia ecuatoriana en un discurso donde se refirió a la biodiversidad como moneda de cambio de las naciones allí presentes.
La Amazonía no es solo una exuberante selva que cubre el 40 por ciento de la superficie sudamericana, es un sistema único, vital para el equilibrio del planeta, manifestó.
Reconoció que la Amazonía ecuatoriana, a pesar de ser la más pequeña, alberga la mayor biodiversidad por metro cuadrado, con 700 especies por hectárea.
Mencionó el valor ambiental del Parque Nacional Yasuní, reserva de la biosfera declarada por la Unesco, donde a pesar de eso su Gobierno defiende la explotación petrolera en una pequeña parte de ese espacio.
El próximo 20 de agosto, Ecuador irá a las urnas no sólo a elegir presidente, vicepresidente y legisladores, sino a responder a una histórica consulta popular sobre el fin de las extracción de crudo en esa área.
La cumbre de la OTCA, que se extenderá hasta mañana, estuvo presidida por el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y contó con la presencia de los gobernantes Gustavo Petro, de Colombia; Luis Arce, de Bolivia; y Dina Boluarte, de Perú.
Venezuela, Guyana y Surinam también estuvieron representados por miembros de sus Gobiernos.
Los ocho suscribieron la llamada Declaración de Belém, la cual busca establecer una alianza de combate a la deforestación entre los Estados partes y vigorizar la cooperación.
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