Hasta ahora, el mandatario dio la imagen de un control casi absoluto en la estructura partidista, al menos en lo que a la cúpula se refiere pero, en las últimas semanas, surgieron indicios de contradicciones a lo interno de la agrupación que se identifica con el color cian (azul marino).
La víspera el candidato presidencial por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Manuel “El Chino” Flores, dijo durante una entrevista radial que los pleitos internos de Nuevas Ideas y las vinculaciones que tienen algunos de los funcionarios con la corrupción y el narcotráfico afectó la imagen del mandatario.
Sin embargo, a inicio de mes Bukele trató de atajar el “oleaje” interno de NI y no descartó una investigación por narcotráfico contra el diputado oficialista Erick García, y contra su asesor de seguridad Alejandro Muyshondt quien hizo revelaciones al respecto.
Sin referirse a ninguno de los dos implicados en este escándalo, el gobernante dijo ofrecer un «consejo: No pongan las manos al fuego por NADIE», escribió en su cuenta de X (antes Twitter), lo que evidenció que algo no anda bien entre sus seguidores.
El diputado García fue objeto de una serie de acusaciones en la que él y parte de su equipo de colaboradores fueron señalados por el asesor de seguridad nacional de la Presidencia Muyshdont, de tener vínculos con grupos delictivos y del tráfico de drogas, algo que contrasta con la campaña anticorrupción que presuntamente impulsa el gobierno.
Flores recordó que el mandatario prometió atacar la corrupción desde sus cimientos y además aseguró que las investigaciones continúan pero hasta hoy no hay indicios de eso.
Ese fuego y acusaciones cruzadas entre ambos funcionarios son vistas como la punta del iceberg en un gobierno que puso un cerrojo a la información, en especial sobre sus gastos, por varios años.
En las últimas semanas Muyshondt destapó a través de las redes sociales sendos casos de corrupción, así como vinculaciones con el narcotráfico de otros funcionarios.
Al secretario de prensa de Casa Presidencial, Ernesto Sanabria lo acusó de corrupción, lo que muestra que no son falsos los comentarios de que este perdió el favor del mandatario.
Durante varias semanas hubo dimes y diretes entre el funcionario en mención y el asesor de seguridad, según un informe del diario Colatino.
Llama la atención que estos casos alcanzaron divulgación abundante en los primeros días pero, al parecer, a lo interno de NI hay alguien que ejecuta un labor precisa de “bombero” para evitar que las llamas afecten a Bukele.
La Fiscalía General de la República hasta ahora no se pronunció, un indicativo de que el presidente mantiene todavía el control de los hilos de los poderes del estado y trata de restarle importancia a revelaciones que lo pueden afectar.
Un informe del diario Colatino subrayó que “tal parece que el presidente Bukele perseguirá a los que él cree que son corruptos de la oposición, pero a sus corruptos los resguardará, los tratará con paños tibios o tomará los casos como parte del entretenimiento político con el que gobierna este país”.
En opinión del articulista, más allá de lo que tolere Bukele a sus funcionarios, lo que está pasando en Nuevas Ideas es la descomposición propia de un partido que solo actúa cuando se le ordena hacer algo, cuando gran parte de sus militantes provienen de lo peor de otros partidos políticos.
Concluyó la publicación que “todo lo que se está viviendo en el partido Nuevas Ideas es el inicio del proceso de descomposición por el tipo de personajes que conforman ese partido, ante las imposibilidades de seguir disfrutando de la “piñata” de la “nueva” clase política, pero con mañas viejas”.
Lo que esta situación afectará al presidente está por verse, la vuelta a las urnas aun está lejos y solo allí el soberano, el pueblo, podría decidir si se dan unas elecciones libres, justas y transparentes como pidieron en los últimos días los principales líderes religiosos del país.
oda/lb