Convertido en el clásico partido bisagra, las circunstancias lo están colocando en una situación en la cual tendrá que prevalecer un muy alto y razonado pragmatismo, para lo cual habrá que limar asperezas de sus más connotados líderes, el coordinador Dante Delgado, y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.
La plana mayor se reunió este fin de semana para buscar un acercamiento sobre la estrategia a seguir, pues el tiempo pasa y el partido está muy rezagado en relación con los avances de los demás, agrupados y definidos en la coalición oficialista Juntos Hacemos Historia, y la opositora alianza Frente Amplio por México.
Sus dirigentes saben que en la contienda del 2 de junio, vayan solos o acompañados, la suerte está echada a favor de Morena o del Frente, y lo que resta es definir dónde puede obtener mejor y mayor sombra, o si lo preferible es continuar en solitario con sus propios candidatos.
Ahora sienten sobre ellos las presiones de los dos grandes bandos, en particular del Frente Amplio, que los quiere engullir y que insiste en que se agrupe con ellos, pero Dante reitera que ni por casualidad se acerca al PAN, y mucho menos al PRI, y que jamás apoyará a su candidata única Xochitl Gálvez, lo cual no comparte Alfaro.
Pero al interior del MC hay diferencias al respecto y es lo que se está dilucidando este fin de semana con las reuniones convocadas y que sesionan desde ayer en la Ciudad de México en la sede nacional de Movimiento Ciudadano.
Allí dialogan, además de Dante y Alfaro, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, los alcaldes de Campeche, Monterrey y Guadalajara, Biby Rabelo, Luis Donaldo Colosio y Pablo Lemus, respectivamente, y la presidenta del Consejo Nacional, Verónica Delgadillo.
También los coordinadores de las bancadas naranjas en la Cámara de Diputados y de Senadores, Jorge Álvarez Máynez y Clemente Castañeda, así como el secretario general de la coordinadora, Juan Zavala.
Dante ha sido muy firme en su rechazo al Frente Amplio, lo que no parece compartir el impetuoso gobernador jalisciense, y ahí se traba bastante el paraguas.
Mientras que otros son más maleables como el gobernador de Nuevo León, el joven Samuel García que tiene muy buenas relaciones con Morena personalizadas por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, que lo apoya en su mandato, y la ahora secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde.
Otro que está en las dudas es su alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio hijo, que el PRI no le hace mucha gracia por las numerosísimas versiones de que el sonado magnicidio de su padre fue por un complot urdido en 1994 por el propio Carlos Salinas de Gortari para imponer como presidente a su subordinado Ernesto Zedillo.
Precisamente por todo este complicado intríngulis, el MC se ha reservado para ganar tiempo y aunque ya Dante proclamó que él mismo sería candidato a la presidencia, no lo ha oficializado, como tampoco han hecho Samuel García y Luis Donaldo, y han aplazado los anuncios para diciembre.
Esperan que ya estarán más aclaradas las aguas en la coalición oficialista y la alianza opositora, es decir, quién de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, representará a la Cuarta Transformación, y en el Frente confirme que Xochitl fue la elegida por la oligarquía nacional y los partidos de derecha.
Esta reunión del MC es importante y, por su propio bien, deben cuajar las gestiones de mediación que realiza el senador Clemente Castañeda, ejecutor de la “operación cicatriz” entre el gobernador de Jalisco y el dirigente nacional.
Muchos militantes de base arraigadamente centristas, esperan que el MC no se descarrile y se vaya de plano a la derecha, lo cual le restaría protagonismo en la arena política nacional.
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