Una nota divulgada este miércoles en el sitio digital Il Sole 24 Ore, señala que Scotto murió la noche del martes en su residencia en Nueva York, Estados Unidos, tras una larga carrera lírica como cantante, directora y profesora.
Debutó a los diecinueve años como Violetta Valéry en La traviata, de Giuseppe Verdi, y a partir de ese momento comienza su ascenso que la lleva el 7 de diciembre de 1953 al escenario de La Scala de Milán con La Wally, de Alfredo Catalani, aunque su fama mundial creció cuando en 1957 sustituyó a María Callas en La sonámbula, de Vincenzo Bellini.
Su vasto repertorio abarcó además óperas de Giovanni Battista Pergolesi, Arnold Schoenberg, Wolfgang Amadeus Mozart, Gioachino Rossini, Giacomo Puccini, Richard Strauss y Richard Wagner, entre otros.
Desde 1987 comenzó a incursionar como directora de escena en la ópera, y desde su retiro como cantante ocupó puestos como catedrática en la Academia Nacional de Santa Cecilia, en Roma, y en la Juilliard School, de Nueva York.
En junio de 2013 recibió el Premio Presidente della Repúbblica Italiana, por su contribución a las artes en este país.
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