En medio de la actual crisis, el organismo demandó exenciones humanitarias a las sanciones y cierres de fronteras para evitar un rápido deterioro del acceso a alimentos y el aumento de la desnutrición.
De acuerdo con Farhan Haq, portavoz adjunto del secretario general de ONU, António Guterres, el Plan de Respuesta para esa nación africana estima 584 millones de dólares para las necesidades de la población, sin embargo solo ha recibido el 39 por ciento.
Antes del inicio de las tensiones, más de tres millones de nigerinos padecían inseguridad alimentaria grave.
Según el Programa Mundial de Alimentos, unos 7,3 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria podrían ver empeorar su situación debido a la crisis desatada en las últimas semanas.
Naciones Unidas mantienen sus operaciones en Níger pese al agravamiento de las condiciones por el conflicto y la temporada de lluvia.
Los esfuerzos se concentran principalmente en la entrega de alimentos, efectivo y otros insumos así como en la atención a desplazados.
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