Mahamat, mediante un comunicado, instó a las partes interesadas y a todos los actores militares, políticos y sociales a poner fin de inmediato a las hostilidades que también acumulan 146 heridos, según fuentes locales.
Recordó la necesidad imperiosa de proseguir los esfuerzos continuos hacia la reconciliación nacional y que no existe una solución militar a la crisis en ese país norteafricano.
La unidad, la paz, la estabilidad y el estatus internacional histórico de Libia solo pueden recuperarse por medios pacíficos, concluyó el texto.
Los combates estallaron tras la decisión de miembros de la Fuerza Especial de Disuasión de arrestar al comandante de la Brigada 444, Mahmoud Hamza, en el aeropuerto de Maitika cuando se dirigía a la ciudad de Misurata para asistir a una ceremonia de graduación.
Ambas partes acordaron la noche del martes un alto el fuego, tras enfrentarse en varios barrios de Trípoli desde el lunes.
Un comunicado del municipio y los notables del distrito de Souq al-Jumaa anunció el acuerdo entre ambos grupos armados, el regreso de todas las unidades militares a sus cuarteles y la entrega de Hamza a una parte neutral.
Desde hace más de un año Libia está dividida entre dos gobiernos paralelos, que controlan las regiones occidentales y orientales del país.
Esa nación vive una espiral de violencia desde el derrocamiento y posterior asesinato de Muamar al Gadafi en 2011, luego de una guerra apoyada por miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
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