De acuerdo con el informe de la oficina regional del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), con sede en esta capital, la iniciativa prevé una inversión de 42 millones de dólares para propiciar la circularidad del material en las ciudades.
Datos del Pnuma indican que casi un tercio de todo el plástico es de un solo uso, el 32 por ciento contamina el suelo y los ecosistemas de agua dulce y hasta 10 millones de toneladas se vierten anualmente en el mar, lo que agrava la triple crisis planetaria: el cambio climático, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y los residuos.
En este proyecto se dará prioridad a las interrupciones en las fases iniciales y se identificarán los productos que contienen sustancias químicas preocupantes, según el Pnuma.
Panamá cuenta con la Ley 187 del 2 de diciembre de 2020 que regula la reducción y el reemplazo progresivo de los plásticos de un solo uso.
Sin embargo, la entrada en vigencia del Decreto Ejecutivo 9 del 6 de mayo de 2022 que reglamenta la ley está retrasada, luego que se otorgó una prórroga de seis meses en enero pasado, debido a insatisfacciones del gremio de industriales.
En Panamá, cada año se descargan al mar 102 mil 229 toneladas de basura, es decir, un promedio de 280 toneladas por día, según datos del Pnuma publicados en 2019 .
Se calcula que el 40 por ciento de la basura que se produce a diario en la ciudad capital —unas 700 toneladas— va a parar a los océanos Atlántico y Pacífico, en su mayoría corresponden a plástico, un elemento que tarda unos 400 años en degradarse.
La situación obedece a que, en el istmo, el manejo actual de los residuos sólidos está enfocado en su recolección y disposición, en lugar de la reducción, reutilización, reciclaje o aprovechamiento energético.
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