Crouser amplió así un palmarés que también incluye dos oros olímpicos (Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020), el título mundial de Eugene 2022 y las medallas de plata en las justas planetarias de Doha 2019 y en pista cubierta de Belgrado 2022.
El norteamericano, de 30 años, llegó a la lid húngara con ocho de las 10 mejores marcas del año y ante un Centro Nacional de Atletismo casi abarrotado conquistó la corona tras dominar el concurso desde el inicio.
El pasado 27 de mayo, Crouser batió la cota del mundo en Los Ángeles con una plusmarca de 23.56 metros y este sábado se impuso con un mejor lanzamiento de 23.51 que dejó para el final.
Ha sido la mejor actuación de mi vida teniendo en cuenta los problemas de salud, el estrés y todo lo demás. No ha sido un récord mundial, pero para mí sí, afirmó el estadounidense.
El italiano Leonardo Fabbri consiguió la medalla de plata al lograr su mejor marca personal, con 22.34 metros,
La tercera plaza cajón en el podio la ocupó el estadounidense Joe Kovacs, subcampeón del mundo en Eugene 2022, al lanzar 22.12 metros.
Por su parte, el equipo estadounidense del relevo 4×400 mixto obtuvo el oro de la justa húngara, con récord mundial de 3:08.80 minutos y batió el registro de otra posta de la nación norteña, después de que la holandesa Femke Bol, plusmarquista mundial de 400 en pista cubierta, se cayera al suelo a tres zancadas de la meta cuando estaba a punto de ganar.
La nueva marca establecida por Justin Robinson, Rosey Effiong, Matthew Boling y Holmes supera los 3:09.34 que marcó Estados Unidos al conquistar esta prueba cuando debutó en el Mundial de Doha 2019.
Gran Bretaña alcanzó la presea plateada con una cota nacional de 3:11.06 minutos y el bronce, República Checa (3:11.9), también récord nacional.
El fondo etíope completó un triplete en los 10 mil metros femeninos, al ganar las tres preseas de la modalidad.
Gudaf Tsegay conquistó el título con tiempo de 31:27.18 minutos, seguida por la anterior campeona Letesenbet Gidey (31:28.16), subtitular, y Ejgayehu Taye (31:28.31), tercera.
La otra favorita, la neerlandesa Sifan Hassan, se fue al suelo cuando peleaba por el metal dorado.
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