Después de permanecer casi estacionario durante la madrugada del martes, con un ligero movimiento de traslación entre cuatro y cinco kilómetros por hora, el evento meteorológico aumentó su velocidad y ahora se desplaza a 11 kilómetros por hora, según el COE.
Ante las fuertes precipitaciones que desde anoche comenzaron a caer sobre gran parte del país, el COE elevó de 14 a 24 las provincias en alerta roja, por considerarse que están expuestas a un mayor peligro.
Estas son: Santo Domingo, San Cristóbal, Peravia, Barahona, San Juan, Independencia, Puerto Plata, San Pedro de Macorís, La Romana, San José de Ocoa, Azua, Pedernales, Bahoruco, Elías Piña y Duarte.
También María Trinidad Sánchez, Monte Plata, La Altagracia, La Vega, Moseñor Noeul, Hato Mayor, El Seibo, Samaná y el Distrito Nacional.
En alerta amarilla se encuentran Montecristi, Hermanas Mirabal, Espaillat, Santiago Rodríguez, Santiago, Sánchez Ramírez, Valverde y Dajabón. Según lo establecido, la población de estos territorios debe prepararse para el evento y dirigirse a un lugar seguro en caso de encontrarse en una zona de riesgo.
En San Cristóbal, uno de los territorios más amenazados porque tiene barrios que se inundan con facilidad, las autoridades habilitaron al menos 12 centros de evacuación ante los posibles daños que pudiera ocasionar la tormenta.
El coronel Eugenio Peñaló, intendente general del Cuerpo de Bomberos de esa sureña provincia, explicó que los albergues fueron acondicionados por miembros de la Defensa Civil y otros organismos, que estarán pendientes de la población en general, muy afectada a solo una semana de la explosión que dejó allí 32 fallecidos y decenas de lesionados.
Desde este lunes se activaron los comités de emergencia en la nación caribeña y se prepararon dos mil 774 centros de acogida para recibir a las personas residentes en áreas vulnerables.
Sin embargo, Diario Libre publicó que hasta el presente no se ha procedido a la evacuación, aunque Delfín Rodríguez, de la Defensa Civil, aseguró que las fuerzas de seguridad están listas para proceder en los lugares que sean necesarios.
En Santo Domingo llueve desde anoche, por momentos de manera intensa, mientras comienzan a sentirse algunas ráfagas de viento.
Pareciera que en la capital el cielo y el mar se fundieron y a aproximadamente un kilómetro de distancia del malecón solo se aprecia un gris oscuro, sin que se pueda delimitar donde termina uno y empieza el otro.
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