Tal anhelo lo expresó el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, en su discurso de apertura de la reunión, con respecto al medio ambiente, generación de empleos de calidad y distribución ecuánime de oportunidades.
Haddad, quien acompaña al presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el viaje internacional, destacó la relevancia de la contribución de África, América del Sur y Brasil en ese escenario.
«Creo que África y América del Sur pueden ser plataformas para la diversificación de las actividades industriales globales», aseguró el titular.
Indicó que «el mundo vive un retroceso desde el punto de vista de la globalización, pero eso puede significar un movimiento de diversificación y pulverización de las plantas industriales, ofreciendo para nuestros pueblos salarios y empleos más dignos y cualificados, para que las oportunidades sean distribuidas más equitativamente».
Insistió en invertir en la desconcentración de toda la producción en pocos Estados nacionales.
Resaltó la importancia del papel de Brasil en ese contexto y destacó el redireccionamiento de la política ecológica del país.
«El presidente Lula, no solo por su propia voz, sino por el nombramiento de Marina Silva para el Ministerio de Medio Ambiente, señaló, a partir del primer día de su mandato, una total reorientación de prioridades en torno al cambio climático, que, como todos sabemos, es un desafío global de la mayor importancia», apuntó.
Agregó que «Brasil es un campeón de la energía limpia» y en tal sentido puso como ejemplo los avances del país obtenidos en esa área, como el inicio de la producción de hidrógeno verde a partir del agua y etanol.
También Haddad llamó la atención sobre la participación de las universidades brasileñas en la producción de tecnologías orientadas al cambio climático.
Para el ministro, «es hora de pensar no solo en el plano doméstico y Brasil ha buscado hacer las tareas que le corresponden para colocar su economía como receptora de inversiones extranjeras y de desarrollo sostenible, sino también mirar al plano internacional».
En el foro empresarial de la alianza, Lula defendió la creación de una moneda de referencia del bloque dentro de una «mayor integración financiera».
Defendió la adopción de una unidad de cuenta de referencia para el comercio entre los países del Brics que «no sustituirá a nuestras monedas nacionales».
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