El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) indicó en un balance provisional que se detectaron 24 mil 922 damnificados, unos mil 200 albergados y otros 42 mil 280 quedaron aislados.
Inicialmente se reportaron cuatro fallecidos durante el evento, pero las autoridades redujeron la cifra a tres al constatar que una anciana murió por causas ajenas al mal tiempo.
De acuerdo con el director del Senapred, Álvaro Hormazábal, 18 mil 708 viviendas sufrieron daños menores, dos mil 708 resultaron con afectaciones graves y 24 quedaron totalmente destruidas.
Varios poblados, como Licantén en la Región del Maule, resultaron inundados y sus habitantes perdieron todas sus pertenencias, y en la ciudad de Talca hubo sectores, entre ellos el estadio de fútbol, donde el agua subió más de un metro.
Otro punto crítico se generó en Valparaíso, donde un edificio de 17 pisos está al borde del derrumbe debido a un deslizamiento de tierra causado por las lluvias.
El problema sacó a luz pública la aprobación para construir este tipo de obras sobre las dunas.
Los daños en el sector agropecuario son cuantiosos, sobre todo en los cultivos de uva, frutales y hortalizas, mientras los apicultores estiman en 50 por ciento la desaparición de sus colonias de abejas.
Todavía no hay un dato exacto de las pérdidas, pero el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Antonio Walker, las estima en alrededor de 600 millones de dólares, o sea el doble de lo ocasionado por un fenómeno parecido ocurrido en junio.
A esas cifras habría que sumar el costo de la reparación de la infraestructura vial, como puentes, caminos y carreteras, más la inversión necesaria en las redes hidráulicas para riego.
Especialistas en meteorología señalaron que nunca en la historia de Chile coincidieron en un mismo año dos eventos climáticos de esta naturaleza. El país se caracteriza más bien por un clima tendiente a la sequía.
De hecho, uno de los problemas que influyeron en el desborde de ríos y canales en Maule, O’Higgins, Ñuble y Biobío fue la falta de embalses suficientes para manejar el súbito incremento de los cauces.
El presidente Gabriel Boric anunció este sábado la voluntad de convocar a un gran acuerdo nacional para mejorar la infraestructura en presas, puentes y otras obras donde se requiere un gran volumen de inversión.
Hay en este momento 25 embalses a cargo del Ministerio de Obras Públicas para almacenamiento de agua dulce, riego y generación de energía eléctrica y existe un plan destinado a construir 26 más en todo el país.
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