El proyecto, presentado recientemente en Vancouver, Canadá, apoyará la implementación del histórico Marco Mundial para la Biodiversidad Kunming-Montreal, cuyo objetivo es detener y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030 y guiar la recuperación de la naturaleza para 2050, de acuerdo con una nota de prensa de Naciones Unidas.
El Marco coloca a los sistemas agroalimentarios a la vanguardia de un enorme desafío que requerirá importantes recursos financieros, coordinación y compromiso para implementar soluciones beneficiosas para las personas y el planeta, aseguró la directora adjunta de la FAO, María Helena Semedo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) calificó la creación del fondo como un paso importante también para asegurar la utilización sostenible de los recursos naturales, sobre todo en los países en desarrollo.
Este constituye, a juicio de Semedo, una parte fundamental de la acción climática y un paso vital para hacer realidad estas soluciones.
Otras de sus acciones implican diversificar la producción mediante la integración de múltiples especies, razas o variedades y promover la diversidad de hábitats dentro de los paisajes marinos y paisajísticos locales.
Estas apoyan la acción climática, mejoran la resiliencia, los medios de vida con beneficios también para la seguridad alimentaria y la nutrición.
lam/ebr