Según fuentes de prensa, el Ministerio del Interior bahreiní anunció su decisión de prolongar los períodos de visitas y explorar la posibilidad de aumentar el tiempo al aire libre para los reclusos en la prisión de Jaw, donde comenzó la protesta el 7 de agosto.
Sin embargo, a pesar de ese logro, los presos involucrados en el reclamo continúan negados a recibir alimento, hasta tanto las autoridades tengan en cuenta todos sus demandas, señaló por su parte este miércoles Al Mayadeen.
La protesta convocó también manifestaciones por parte de los familiares de los prisioneros, quienes exigen su liberación.
Entre las demandas de los reclusos están una mejor atención médica, acceso a la educación y la posibilidad de orar juntos en una mezquita de la prisión.
Bahréin es una pequeña nación de la región del Golfo con una población de 1,5 millones de habitantes.
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