Entre las víctimas hay varios enfermeros, tres integrantes de los llamados Cascos Blancos y un policía de la milicia Ejército Nacional de Siria apoyada por Turquía, informó el portal Athr Press.
Los ataques ocasionaron, según el medio, enormes pérdidas materiales en casas, coches y comercios, mientras el hospital al-Shifa salió de servicio tras sufrir el impacto de cohetes que dejaron severos daños en el mismo.
Los grupos extremistas apoyados por Ankara acusaron a las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) de perpetrar el bombardeo y estas últimas afirmaron que fue en respuesta a ataques contra las zonas bajo su dominio en los alrededores de Afrín.
Las áreas del norte de Alepo presencian una escalada de choques entre el ejército turco y sus milicias locales por un lado y las FDS por el otro.
El intercambio continuo de bombardeos entre los dos bandos causa diariamente la muerte de civiles y daños en las tierras agrícolas.
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