De acuerdo con el comunicado oficial, las autoridades repasarán en la frontera común los crecientes flujos de viajeros irregulares que hasta la fecha suman más de 300 mil en su paso por la selva de Darién rumbo a Estados Unidos y Canadá.
Las últimas cifras del Servicio Nacional de Migración reflejan que el ingreso de migrantes irregulares por ese territorio sigue aumentando significativamente al punto que entre el lunes y miércoles de la presente semana se registró la entrada de 10 mil 928 caminantes.
El pasado lunes 28 de agosto ingresaron cuatro mil 106 migrantes, una cifra récord para 2023, mientras que el martes lo hicieron tres mil 696 y el miércoles tres mil 126, situación que estiman está fuera de control, según funcionarios locales.
Agosto registra para el istmo la mayor cifra mensual de ingresos de migrantes procedentes de Colombia con 79 mil 265.
Para las autoridades ticas, el encuentro en la ciudad de David tiene como contexto el actual estallido migratorio, que registra la entrada a la zona sur de Paso Canoas más de tres mil personas diarias.
De acuerdo con el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino, en la vecina nación se produce el mismo efecto que en Panamá, que es un país de tránsito, al tiempo que alertó sobre el daño ambiental que sufre el Parque Nacional de Darién, limítrofe con Colombia.
Pino descartó el cierre de fronteras como medida, por lo complejo al no existir carretera en ese territorio pero adelantó adoptarán otras acciones, que en su momento serán anunciadas.
Del 1 de enero al 28 de agosto, Panamá reporta el ingreso por Darién de 331 mil 23 migrantes, la mayoría de ellos venezolanos, haitianos y ecuatorianos.
La nación canalera lanzó recientemente la campaña comunicacional “Darién no es una ruta, es una jungla” que comienza a difundir más información sobre los peligros naturales que enfrentan en ese trayecto los caminantes además de los ataques de traficantes y bandas asociadas al crimen organizado
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