Según detallaron en un comunicado conjunto el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), también para finales de este año casi un millón de menores de cinco años podrían sufrir desnutrición en este país africano.
Ambas organizaciones concordaron además en que en total alrededor de cinco millones de niños malienses requieren de ayuda humanitaria urgente, la cual se destinaría a servicios básicos como salud, nutrición, educación y protección, así como acceso a agua potable.
Valoraron, asimismo, que entre los factores incidentes en la actual situación humanitaria en este territorio se encuentran el conflicto armado en curso, en el que el Ejército nacional combate a grupos armados, desplazamientos internos, problemas climáticos, y falta de asistencia comunitaria.
De acuerdo con Unicef y el PMA, las cuales llamaron a reforzar la ayuda humanitaria al país del Sahel, para solventar la actual situación creada se requieren unos 751,4 millones de dólares, de los cuales se aportaron en lo que va de 2023 sólo el 21 por ciento de los fondos necesarios.
En particular para el denominado Llamamiento Humanitario de Unicef para la Infancia en Mali en el primer semestre de 2023 se recibieron 8,5 millones de dólares, lo que representa menos de un tercio de lo programado, señalaron en el documento.
Diversos organismos coincidieron en que “la difícil situación por la que atraviesan los niños y las familias en suelo maliense forma parte de una emergencia regional más amplia en el Sahel central”, que también incluye a Burkina Faso y Níger.
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