En la apertura de la cuadragésima segunda Conferencia, máxima instancia del organismo de ONU para la Alimentación y la Agricultura, la cual sesionará hasta el día 18 de junio en formato virtual, QU destacó el trabajo hacia ‘una FAO que sustente un esfuerzo global para hacer realidad futuros sistemas agroalimentarios’.
Además, explicó cómo ese ente trabaja en función de reactivas la Cooperación Sur-Sur, está basada en relaciones directas y horizontales entre países que enfrentan problemas comunes y la Cooperación Triangular, a través de la cual los donantes tradicionales y las organizaciones multilaterales facilitan las iniciativas Sur-Sur.
Estamos en un momento crítico en el que convergen numerosos factores que de subestimarse significarían una amenaza en los propósitos de acabar con el hambre y la desnutrición a nivel mundial, explicó QU a los 325 participantes en la Conferencia, entre ellos 117 ministros y viceministros.
Recordó que en 2019 el número de personas hambrientas aumentó en 10 millones y un año después la pandemia afectó en términos de seguridad alimentaria a otros 132 millones, con riesgos de caer en una situación de hambre crónica.
También mencionó a 155 millones de individuos en 55 países bajo una inseguridad alimentaria grave, en tanto tres mil millones a nivel mundial ‘no pueden ni siquiera permitirse tener una dieta sana, porque estas son demasiado onerosas’.
Igualmente explicó las importantes reducciones necesarias para el 2030 en subalimentación, sobrepeso, obesidad, retraso en el crecimiento, desigualdades y de manera particular la pobreza rural de manera sostenible.
Todo ello acompañado en lograr una neutralidad en el deterioro de los suelos, mayor eficacia en el uso de los recursos hídricos para la agricultura y poder conseguir los objetivos de los acuerdos de Paris.
Tras explicar cómo los conflictos, el clima y las situaciones económicas difíciles hacen que desde 2014 crezca el hambre a nivel mundial, explicó como también presionan cada vez más sobre los recursos naturales.
Hizo referencia a la propuesta del Marco Estratégico 2022-2031, que debe aprobar la Conferencia, el cual consideró un proceso sin precedentes sustentado en consultas amplias, inclusivas y transparentes con los miembros, de manera formal e informal.
Plan que, explicó, busca apoyar la Agenda 2030 a favor de sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles para una mejor producción, nutrición, medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.
Desde marzo de 2020, reflexionó, la situación cambió y la pandemia recordó la fragilidad y desventajas de los sistemas agroalimentarios, pero también significó una oportunidad justamente para reevaluar la manera en cómo enfrentar las causas, las raíces de la pobreza, el hambre y las desigualdades.
Es una oportunidad para ser más resilientes, para volver a empezar y a hacerlo mejor, ‘la pandemia nos recuerda, y es lo más importante, el valor que tiene la solidaridad’, el potencial de la cooperación multilateral.
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