El también excanciller durante la administración de Jovenel Moïse aseguró que las acusaciones están motivadas por un discurso “ultranacionalista y racista”, y afirmó que el vecino país ya utilizó 11 tomas del caudal, que es un recurso hídrico compartido cuyo empleo se rige por el tratado de 1929.
“Este Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje estipula que dichos recursos deben ser utilizados de manera justa y equitativa. ¿Por qué se toman 11 del lado dominicano, sin problema? ¿Por qué solo uno del lado haitiano?”, cuestionó el político.
Sugirió que el propósito es impedir a los agricultores haitianos utilizar el río para regar unas tres mil hectáreas de tierras de la llanura baja de Maribaroux y desestimó que las obras desviarán el curso del agua.
“Se ha demostrado claramente, con documentos justificativos, que la estructura de captación de agua que se va a construir en el tramo de dos kilómetros del río Massacre que atraviesa territorio haitiano entre las terminales fronterizas 13 y 15 no puede considerarse en ningún caso una desviación del curso de agua”, aseveró el también líder del partido Comprometidos con el desarrollo (EDE, por sus siglas en francés).
El proyecto se inició durante la administración de Moïse y se detuvo poco antes del magnicidio en medio de las discusiones entre los dos Gobiernos.
Hace unas semanas, campesinos retomaron la iniciativa y Santo Domingo “solicitó con firmeza a las autoridades haitianas que detengan de inmediato el reinicio de la construcción de un canal construido por particulares”, de acuerdo con la Cancillería de Dominicana.
Por su parte, Jospeh insistió que Haití no tiene por qué suspender obras en su territorio por requerimiento de un Gobierno extranjero.
jcm/ane