Este descenso con respecto a igual periodo de 2020 confirmó la tendencia a la baja, pues el pasado año el indicador cayó 37 por ciento en relación con 2019, y en cifras absolutas fueron 509,6 millones de dólares, según un informe de la Contraloría General de la República.
Las remesas recibidas, por su parte, descendieron un 19,2 por ciento, precisó la institución, que esbozó como principal causa del desplome los cierres y confinamientos impuestos por la Covid-19, lo cual generó el cese de labores de muchos emigrados por contratos suspendidos y la reducción en las jornadas de trabajo.
A esto se suma que al menos unos 20 mil extranjeros radicados en la nación istmeña regresaron a sus naciones de origen en los últimos meses, debido a la severa crisis económica derivada de la pandemia, precisó el diario La Estrella de Panamá.
Estados Unidos y Colombia sobresalen entre los países adonde el dinero viaja en las dos direcciones, en tanto Nicaragua, República Dominicana y China integran la lista de los lugares de destino, mientras España, Ecuador y Costa Rica son los que más reciben.
De acuerdo con un reporte de Oxford Economics, las remesas son una fuente importante de financiamiento externo para países de ingresos bajos y medios, y en las circunstancias actuales, la incertidumbre sobre el panorama de estas es elevada.
‘Las crisis podrían hacer que las personas estén más determinadas a entregar apoyo a otros y preocuparse más. Cuando las cosas se ponen difíciles en las economías en desarrollo, quienes envían remesas se convierten en trabajadores de primera línea’, dijo recientemente el presidente ejecutivo de Western Union, Hikmet Ersek. Pronósticos del Banco Mundial adelantaron el año pasado una caída de estas partidas cercana al 20 por ciento a nivel mundial, la más abrupta de la historia reciente, como consecuencia de la crisis económica inducida por pandemia de la Covid-19 y las cuarentenas.
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