La muestra “1973-2023, a 50 años del golpe de Estado en Chile” reúne 61 fotografías tomadas por Muriente, quien además de profesor de la UPR es un destacado dirigente político puertorriqueño.
“Había viajado a Santiago de Chile en noviembre de 2019 para participar en un encuentro político internacional, cuando se produjeron protestas y decidí documentar los reclamos en las paredes de distintas vías”, dijo a Prensa Latina en la Biblioteca José M. Lázaro, del campus de Río Piedras.
La exposición, explicó, es un homenaje a la resistencia de medio siglo del pueblo chileno a la atroz dictadura impuesta por los militares, encabezados por el general Augusto Pinochet, financiado y apadrinado por Estados Unidos.
Las imágenes que integran la exhibición, que se extenderá hasta el próximo día 15, fueron realizadas por Muriente en noviembre de 2019 en Santiago de Chile, cuando avanzaba con fuerza la lucha social que se escaló en esa nación sudamericana durante ese año.
“Esta exposición constituye un homenaje al pueblo chileno y a su presidente Salvador Allende en recordación del brutal golpe de Estado desatado el 11 de septiembre de 1973”, dijo el presidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), quien viaja mañana a Chile.
Refirió que la dictadura militar fascista encabezada por el general Augusto Pinochet, auspiciada con entusiasmo por el gobierno de Estados Unidos, provocó persecución, tortura y muerte a miles de chilenos.
“Fueron 17 largos años de exilio, privación de libertades y violación incesante de los derechos humanos fundamentales a ese pueblo hermano”, subrayó el catedrático de la UPR.
Sostuvo que esta exposición fotográfica se une a otras actividades relacionadas que se efectuarán en Puerto Rico y a las miles de manifestaciones de diversa índole que durante estos días se realizan en Chile y en todo el planeta, en recordación de esta fecha terrible.
Muriente refirió que en esa época se enseñorearon el terrorismo de Estado, la violencia descarnada y la brutalidad mayor con la complicidad del gran capital transnacional.
El catedrático manifestó “la certeza de que, más temprano que tarde, prevalecerán la felicidad, la libertad y la hermandad entre los pueblos”, al tiempo que proclamó que no habrá “¡Ni perdón, ni olvido!”
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