Al intervenir en el 160 período de sesiones del Consejo de la Liga de los Estados Árabes en El Cairo, el ministro enfatizó en la urgencia de una conciencia cada vez mayor para abordar juntos problemáticas como la seguridad alimentaria y energética.
El titular recalcó la importancia de partir de intereses comunes y fortalecerlos, incluido la preocupación por la adopción del diálogo, la consulta y la coordinación, en especial en foros internacionales.
A propósito, Bou Habib indicó que Líbano enfrenta en el presente desafíos como consecuencia del estallido de la crisis económica, financiera, social y de vida.
En este sentido, precisó que la primera repercusión del complejo escenario es la dificultad para elegir un presidente de la República de acuerdo con las exigencias de la Constitución.
Sobre este tema, el jefe de la diplomacia libanesa manifestó la disposición de completar el trabajo y hacer más esfuerzos para asumir la responsabilidad en la designación de un mandatario en favor de la reconstrucción del Estado y la economía.
Al respecto, subrayó que tales deberes corresponden puramente a los libaneses, quienes están abiertos a la cooperación, con hermanos y amigos.
En relación a la renovación reciente del mandato de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas, la autoridad refrendó la posición de Líbano de respeto a la paz en el sur y la seguridad del pueblo, así como la defensa de la soberanía libanesa.
Durante su discurso, el canciller llamó a no politizar la cuestión de los refugiados sirios y reclamó apoyo para facilitar y acelerar el regreso de ellos a sus pueblos y ciudades en la vecina nación.
También, condenó la brutalidad y las prácticas israelíes contra la población palestina, la expansión de los asentamientos ilegales de colonos, el incremento de la destrucción, el desplazamiento y la confiscación de propiedades de la ocupación.
Por otro lado, elogió el heroísmo de los palestinos, su gran disposición al sacrificio y audacia para resistir al genocidio del ente de Tel Aviv.
En sus declaraciones, Bou Habib destacó el restablecimiento de vínculos entre Irán y Arabia Saudita bajo auspicios de China, además de preponderar la decisión histórica de asumir un papel árabe eficaz para resolver la situación en Siria.
A su juicio, tales avances constituyeron una expresión clara de la necesidad de que los pueblos de la región abordaran sus cuestiones y los resolvieran ellos mismos.
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