Así lo afirmó el mandatario al referirse al cierre la víspera de la frontera de República Dominicana con Haití por la provincia de Dajabón, decisión que se adoptó con el propósito de detener la excavación de un canal para desviar el agua del río Masacre y a su vez capturar a los haitianos prófugos que participaron en el cuádruple homicidio, detalló.
Abinader puntualizó que la apertura de la frontera dependerá de los resultados que se logren en esas dos direcciones.
De su parte, el vocero de la Presidencia, Homero Figueroa, sostuvo la víspera que el Gobierno reforzó el control de la frontera para garantizar la integridad y seguridad de sus ciudadanos.
Diario Libre publicó que los organismos de seguridad del Estado permitieron ayer la salida de cientos de haitianos varados en Dajabón por una puerta ubicada en el puente, sobre el río Masacre, que separa a las dos naciones.
Respecto a los autores del asesinato de Eugenio Medina, su esposa Carmelina Cabreja, el hijo de ambos, Daniel Medina, y un amigo de la familia no identificado, el portavoz de la Policía Nacional, coronel Diego Pesqueira, comunicó que los agentes mataron a tres, apresaron a cuatro y hay un prófugo.
Los muertos son el dominicano David Cruz Jiménez, de 38 años, presunto cabecilla de los malhechores, y los haitianos Watson Delicier, de 30, y Maken Pierre, de 23.
Los detenidos son Adonis José Morillo, de 24 años, quien se encargaba de ubicar las propiedades para asaltarlas y conductor del vehículo ocupado por los investigadores; los haitianos, Frandy Lumenes, de 30 años, Maxos Olus, de 38, y Pacheco Beltrán, de 53, quienes dispararon a las víctimas, según el informe oficial.
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