El secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, miembros de La Cámpora y de la Asociación de Trabajadores del Estado, entre otros, participaron en el tributo realizado a los 30 mil desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar en este país (1976-1983) y condenaron a quienes reivindican ese régimen.
Durante su intervención, el concejal de Cañuelas, Enrique Alcoba, aseguró que el pueblo no permitirá que vuelvan los días más oscuros de la historia argentina y se movilizará para enfrentar cualquier provocación de quienes defienden a genocidas.
En las calles defenderemos nuestros derechos y la continuidad de un gobierno nacional y popular. En octubre tenemos que llenar las urnas de votos para que ello ocurra, afirmó.
Por su parte, el poeta y periodista Demetrio Iramain señaló que los discursos negacionistas siempre existieron e hicieron posible el genocidio perpetrado durante la dictadura, así como los años de impunidad que finalizaron con la llegada a la Presidencia de Néstor Kirchner (1950-2010) y Cristina Fernández.
Las madres siempre nos advirtieron sobre esto. La lucha no termina, sino que se sigue escribiendo, apuntó.
A su vez, la secretaria general de La Cámpora, Lucía Cámpora, resaltó el ejemplo de las mujeres cuyos hijos fueron detenidos y desaparecidos y se convirtieron en el faro de generaciones.
En esta plaza se enfrentaron a los asesinos más cruentos, les ganaron e impulsaron los juicios que demostraron la existencia de un plan sistemático de aniquilación de 30 mil compañeros, indicó.
El agradecimiento a las Madres debe traducirse en más militancia. Detrás de quienes apoyan las políticas de Javier Milei (LLA) están los defensores de los genocidas y quienes quieren garantizar la impunidad de ellos, señaló.
Continuaremos defendiendo las políticas de memoria, verdad y justicia porque se lo debemos a Néstor, Cristina y a Hebe (de Bonafini, 1928-2022). Seguiremos construyendo la patria con la que soñaron los 30 mil, aseveró.
En el cierre del acto, la integrante de las Madres Carmen Arias recordó a De Bonafini y reiteró la voluntad de reivindicar los ideales de los hijos, su ejemplo militante y su enorme amor por el pueblo.
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