La medida se adoptó el miércoles último por indicación del presidente Luis Abinader, con el propósito de detener la excavación por haitianos de un canal para desviar el agua del río Masacre -que comparten las dos naciones-, y a su vez capturar a los prófugos de ese país que participaron en un cuádruple homicidio aquí.
Así lo explicó el mandatario, en tanto puntualizó que su apertura dependerá de los resultados que se logren en esas dos direcciones.
Diario Libre publicó que la reunión sostenida la víspera entre autoridades de los dos países para intentar detener la construcción del canal concluyó sin acuerdos.
Luma Demetrius, alcalde de la ciudad haitiana Juana Méndez, explicó al término del encuentro que en el mismo se enteraron de que la obra no es factible porque viola «detalles técnicos», pero consideró que su construcción es legal, dijo el rotativo en su edición digital.
El canciller dominicano, Roberto Álvarez, sostuvo a principios de esta semana que el canal viola el Tratado de Paz y Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929, el Acuerdo Fronterizo de 1935 y el Protocolo de Revisión de Frontera de 1936, y señaló que los límites entre los dos países son definitivos y inamovibles.
Una nota de la cancillería local señaló que el proyecto tiene la aparente intención de canalizar el agua, con el propósito de venderla de forma privada a los agricultores haitianos, sin contar con la autorización oficial del Gobierno de esa vecina nación.
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