El encuentro tuvo lugar poco después del cierre de la 18 cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los Veinte (G20), formado por las 20 mayores economías del mundo y la Unión Europea.
Círculos diplomáticos informaron que en la plática, Lula dio la bienvenida a Arabia Saudita como nuevo miembro del Brics, bloque económico que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
La nación árabe forma parte del grupo de seis nuevos integrantes oficializados en agosto de naciones emergentes junto con Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán, durante la cumbre de Johannesburgo.
De acuerdo con las fuentes, representantes sauditas indicaron a Lula que desean ampliar inversiones en Brasil, principalmente en el área de petróleo y gas, y en el sector verde, además de retomar una agenda comercial que quedó parada en los últimos años.
También se acordó que una delegación de empresarios y autoridades sauditas debe visitar Brasil en breve para conocer la cartera de proyectos del llamado Programa de Aceleración de Crecimiento que están abiertos a inversiones extranjeras.
Tal agenda será discutida por los ministerios de Relaciones Exteriores de ambos países.
Para Lula, el crecimiento de las inversiones sauditas en Brasil es bienvenido y puede ser importante en el proceso de transición hacia una economía más sostenible, con destaque para sectores de alta tecnología, como el desarrollo de motores híbridos y el hidrógeno verde.
El exsindicalista ponderó asimismo las relaciones comerciales entre los dos países que crecen año tras año. En 2022, el volumen de esos nexos alcanzó los ocho mil 200 millones de dólares.
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