Durante la apertura de la 54 sesión del Consejo de Derechos Humanos, el representante advirtió que la formación de gobiernos inconstitucionales como los vistos recientemente en África “no son la solución”.
“En cambio, necesitamos una reversión urgente de la gobernanza civil y espacios abiertos donde la gente pueda participar, influir, acompañar y criticar las acciones del gobierno –o la falta de acción–”, aseguró sobre la toma de poder por militares en países como Níger y Gabón.
Los desafíos que enfrentan estas naciones de la región del Sahel dejan a sus poblaciones “luchando por la supervivencia diaria”.
Entre otras causas, los conflictos se agravan por las consecuencias del cambio climático, la falta de inversión en servicios esenciales y una gobernanza débil, alertó Türk.
Además, rechazó el uso de mentiras y la desinformación producidas en masa con la ayuda de las nuevas tecnologías y abogó por el derecho a información objetiva, no propaganda.
El alto comisionado calificó como un “fracaso colectivo de los derechos humanos” los altos índices de población que padece hambre y desnutrición.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), unos 600 millones de personas sufrirán desnutrición crónica al final de la década, a pesar de los enormes recursos financieros y tecnológicos de que disponemos.
En tanto mil 200 millones de personas, casi la mitad de ellas niños, viven ahora en “pobreza multidimensional aguda” y corren el riesgo de que se les sumen millones más como resultado del cambio climático, según lo proyectado por el Banco Mundial.
Para cambiar la brecha de entre ricos y pobres y las desigualdades que impiden a la humanidad alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, Türk recordó la necesidad de una reforma de la arquitectura financiera internacional que ofrezca “acuerdos más justos en materia de alivio de la deuda”.
Asimismo pidió “una acción climática basada en los derechos humanos financiada eficazmente” para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse a los efectos del cambio climático, al que tan poco contribuyeron, y compensar el daño causado.
El alto comisionado reconoció el impacto de los conflictos globales como el de Ucrania o el incremento de tensiones entre Israel y Palestina en la poblaciones afectadas.
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