Desde la medianoche suman ya 58 las embarcaciones que llegaron al muelle de Favaloro, así como las costas de Isola dei Conigli, Cala Croce y Guitgia, y se observan largas filas de lanchas que esperan para atracar, mientras otras se avistan en el horizonte, según un reporte publicado en el sitio digital informativo Il Fatto Quotidiano.
El alcalde de Lampedusa, Filippo Mannino, declaró alarmado que “hoy probablemente alcancemos los 100 desembarcos, ya no son cifras que esta isla pueda soportar”.
“Hago un llamamiento a la primera ministra (Giorgia) Meloni y a todo el gobierno italiano para que tomen medidas urgentes”, afirmó Mannino ante la avalancha de migrantes que arriban sin cesar en números crecientes.
Los recién llegados se suman a más de dos mil que tocaron tierra el lunes en esa diminuta ínsula, y aunque muchos pudieron ser trasladados hacia otros puntos de la vecina isla de Sicilia, entre otros destinos, los que restan mantienen en situación de total colapso el centro de acogida de Imbriacola, con capacidad para apenas 400 huéspedes.
Los nuevos inmigrantes irregulares proceden en su mayoría de Nigeria, Sierra Leona, Sudán, Chad, Túnez, Guinea y Camerún, mientras que el punto de partida de la peligrosa travesía por el Mediterráneo central fue, en casi todos los casos, la localidad tunecina de Sfax, excepto dos lanchas que salieron de las playas de Monastir y Sidi Mansour.
Entre el 1 de enero y el 11 de septiembre de 2023, arribaron por mar a Italia 116 mil 28 migrantes, cifra muy superior a los 63 mil 498 que lo hicieron en igual período del pasado año, según datos oficiales publicados por el Ministerio del Interior, lo cual ilustra el agravamiento de este problema en los últimos meses.
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