Además de confirmar el compromiso gubernamental, durante una reunión del Consejo de Seguridad el representante etíope ante la ONU, Taye Atskeselassie, describió la situación en esa jurisdicción, inmersa en un proceso de reconstrucción civil y rehabilitación constitucional desde noviembre último.
Entre otros temas, explicó cómo marcha la investigación de presuntas violaciones de derechos humanos en la región y cuáles son los desafíos afrontados para llevar alimentos y productos de primera necesidad a millones de habitantes, apunta el informe.
El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, Mark Lowcock, dijo recientemente que el hambre es un problema inminente en Tigray.
Cientos de miles de personas sufren una grave escasez de alimento. Escuchamos hablar de fallecimientos relacionados con el hambre, afirmó, y alertó del riesgo de muerte para ‘otros cientos de miles de ciudadanos’.
Respecto a ese particular, Atskeselassie aseguró que el ministerio de Agricultura aplica un programa de provisión de semillas, insumos y equipos agrícolas, con el propósito de garantizar eficacia en la próxima temporada de siembra y, después, grandes producciones de alimentos.
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