Este año lanzó 18 vivas en dos partes, los primeros dedicados a los héroes de la patria encabezados por Miguel Hidalgo Costilla, Josefa Ortíz, Ignacio Allende, Leona Vicario, José María Morelos y Vicente Guerrero, además a patriotas anónimos, seguidos de conceptos fundamentales como la libertad, igualdad, justicia, democracia, soberanía y fraternidad universal.
Interrumpió los vivas con exclamaciones dirigidas a mexicanas y mexicanos de que mueran la corrupción, la avaricia, el racismo, la discriminación, y reanudó los vivas con el amor y, por vez primera y de forma inédita, a los hermanos migrantes y a los indígenas.
Cerró muy emocionado con uno a la grandeza de la nación, y al final, los tres Viva México tradicionales.
Como es el ritual tradicional, el mandatario recorrió junto a su esposa Beatriz Gutiérrez los pasillos del Palacio, saludó a su gabinete, y rindió homenaje a la bandera la cual recibió de manos de un pelotón de ceremonia para agitarla varias veces en el balcón.
Con ello se remeda lo que cuenta la historia hizo el cura Miguel Hidalgo el 15 de septiembre de 1810 en la iglesia de Dolores, Guanajuato, para proclamar la independencia y llamar al pueblo a luchar por ella, después de los vivas y las campanadas que él mismo hizo tañir.
Las actividades comenzaron a las siete de la tarde con un Zócalo ya repleto a pesar de la lluvia y siguieron hasta las 10 de la noche con las actuaciones de numerosos grupos musicales, sobre todo de 850 niñas y niños de los Semilleros Creativos, y se reanudaron después del Grito.
A la hora programada comenzó el esperado concierto de Grupo Frontera, el cual arrancó con la popular canción «Frágil» que gusta tanto al mandatario y cuyo estribillo lo identifica con uno de sus eslóganes políticos “no somos iguales” en referencia a sus adversarios: “Quisiera ser como tú, sin sentimientos… Pero no soy como tú…” dice la canción.
La Independencia de México fue la consecuencia de un largo proceso político y social armado que puso fin al dominio español tras el Grito de Dolores por Miguel Hidalgo y Costilla en la noche del 15 y madrugada del 16 de septiembre de 1810, lo cual se imbrica con la revolución agraria cien años después, en 1910.
Fueron necesarios 11 años de lucha desde el Grito, pero el 27 de septiembre de 1821 con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, quedó plasmada la independencia gracias a sus grandes héroes y mártires desde Hidalgo, Allende y muchos más, hasta Morelos y Guerrero quienes regaron con su sangre la semilla que germinó un siglo después en hombres como Emiliano Zapata, Francisco Villa y muchos caudillos de la gran patria.
El pueblo mexicano siguió luchando por la independencia, hasta vencer los horribles estragos de la guerra durante la cual murieron más de un millón de compatriotas.
Se creó el Ejército Trigarante bajo el mando de Agustín Iturbide, quien asumió el puesto de jefe máximo y luchó hasta que el 16 de septiembre de 1821 firmó con Juan O´Donojú el Tratado de Córdoba, el cual reconocía al México soberano e independiente.
El 27 entra el Ejército Trigarante por la Garita de Belén a la Ciudad de México.
A las 10 de la mañana, el jefe máximo encabezó el desfile de entrada a la capital por el Paseo Nuevo hasta la avenida Corpus Christi, donde se detuvo en la esquina del convento de San Francisco bajo un arco triunfal con la independencia consumada.
Hoy sábado, a esa misma hora, las fuerzas armadas rememoraran aquellos momentos del Ejército Trigarante, con el tradicional desfile militar desde la plaza hasta Campo Marte, como cierre de las fiestas patrias.
lma