“Están dadas las condiciones técnicas para que nuestro país retire el 100 por ciento de esa electricidad y la dedique al consumo local, cuya demanda está en un momento de aumento”, declaró en rueda de prensa el presidente de la administración Nacional de Electricidad, ingeniero Félix Sosa.
Autoridades nacionales analizaron en una reunión este lunes la implementación para el aprovechamiento de esa energía que corresponde a la nación, de la producida en la también llamada Entidad Binacional Yacyretá (EBY), cuya otro 50 por ciento corresponde a Buenos Aires.
Debemos “coordinar bien” el suministro de la parte perteneciente a nuestro país del total de la energía eléctrica producida por el ente binacional. Tenemos condiciones técnicas para hacerlo, y en esa línea estamos”, subrayó el directivo. La explotación nacional de la totalidad de ese recurso fue ordenada por el presidente de la nación, Santiago Peña, en medio de un litigio con Argentina por un adeudo alegado por Asunción de 150 millones de dólares, por cesión y consumo de energía.
Antes de esta decisión –explicó Sosa- el país empleaba 120 Megavatios (MW) de potencia desde Yacyretá, pero ahora aumentamos mucho: el jueves llegamos a mil MW, después a mil 035, e incrementaremos esa cifra de acuerdo con las necesidades del sistema.
La Central Hidroeléctrica Yacyretá (del guaraní “lugar donde brilla la luna”), también conocida como Entidad Binacional Yacyretá, fue montada entre Argentina y Paraguay sobre el río Paraná, uno de los principales de la región suramericana.
El conjunto tiene una potencia instalada de tres mil 200 MW, que son compartidos a la mitad para cada uno de los dos países, cuyos gobiernos pueden ceder al otro la parte de la energía que les corresponde.
Medios de prensa comentaron que Argentina tendría ahora que buscar nuevas fuentes generadoras regionales de esa energía, de mantenerse el diferendo sin otra solución que el uso paraguayo de la electricidad sobrante que Asunción cedía hasta el momento a Buenos Aires.
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