Durante su intervención en la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que sesiona en la ciudad de Nueva York, el canciller consideró que estas deberían ser solidarias, multidimensionales, diferenciadas, concretas, inmediatas, inclusivas, innovadoras y concertadas.
A fin, dijo, de que impulsen el desarrollo para cumplir con el fin último propuesto de “no dejar a nadie atrás”.
El jefe de la diplomacia bolivariana manifestó que para su país la estrategia global para el desarrollo debe incluir en sus decisiones consideraciones éticas y diferenciadas enmarcadas en el desarrollo sostenible.
Apuntó que esto supone construir estrategias en el ámbito multilateral que apoyen los esfuerzos nacionales dirigidos a la meta de sostenibilidad global.
Gil expresó que, como aspecto central, la República Bolivariana considera la construcción del desarrollo sostenible como “principio guía” y es una obligación presente y para las generaciones futuras.
Expresó que servirá para mejorar la calidad de vida en la comprensión y racionamiento de las complejas interacciones productivas, comerciales, sociales, entre otras, las cuales se suceden entre el ser humano y la naturaleza y su impacto sobre la economía y las formas de vida.
El canciller venezolano estimó que la ética en el desarrollo sostenible “requiere de pauta” para encaminar los procederes particulares de las personas y las empresas, por lo cual, opinó, la solidaridad se torna en un valor esencial en ese sentido.
Afirmó que coadyuvar a transformar ese modelo tradicional a uno ambiental más sostenible requiere de un imperativo al desarrollo y acceso a tecnologías ambientales.
Además, puntualizó, de trazar nuevos objetivos que permitan una mayor producción con el menor consumo de recursos y reducir los efectos contaminantes a escala mundial.
Gil señaló que Venezuela sigue trabajando de manera incansable en su compromiso con el desarrollo sostenible, pese a la imposición de más de 950 medidas coercitivas unilaterales que incidieron de manera negativa en el desarrollo nacional en sus dimensiones económicas, humanas, científica, social, entre otras.
Estimó como fundamental el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación en la promoción del desarrollo sostenible de los Estados, que permitirán hacer frente a todos estos grandes desafíos globales y propio de nuestro país.
El ministro del Exterior venezolano afirmó que en la tarea de la disminución de la brecha tecnológica “encontramos una amplia arena en el fortalecimiento de la solidaridad en favor de nuestro desarrollo”.
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