Al intervenir en la reunión ministerial preparatoria de la Cumbre del Futuro, del venidero año, el alto diplomático señaló que ese encuentro debería ser la oportunidad para reforzar el multilateralismo y alcanzar los ideales que sirvieron de base para el establecimiento del mencionado órgano mundial en 1945.
En nombre del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU, Gil dijo que también “debería ser una oportunidad” para reforzar la solidaridad y la cooperación internacional en aras de la seguridad y el desarrollo.
Además de aportar soluciones concretas a la actual crisis multidimensional y a los numerosos retos por delante en diversos ámbitos que afectan la vida cotidiana de nuestros pueblos, en particular del Sur global, expresó.
En la reunión, celebrada en el contexto del 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, el canciller consideró como una de los ámbitos más críticos, al cual queda mucho camino por recorrer y es de vital importancia para un tercio de la humanidad, es “la cuestión de las medidas coercitivas unilaterales”.
Subrayó que se trata de un asunto que ya no puede ignorarse y debe abordarse a fondo, de un eventual pacto para el futuro, “si realmente estamos comprometidos” para garantizar el bienestar de las generaciones presentes y futuras.
El jefe de la diplomacia bolivariana reiteró el compromiso de Venezuela a no escatimar esfuerzo para preservar, promover y defender la preminencia y validez de la Carta de las Naciones Unidas, así como la naturaleza intergubernamental del órgano mundial, integrado por 193 Estados.
Remarcó, además, que ese documento proporciona todas las herramientas necesarias para abordar, por medios pacíficos y de cooperación, los complejos, emergentes y comunes desafíos a lo que se enfrenta en esta era la humanidad.
A juicio del ministro del Exterior venezolano, se necesita un mayor cumplimiento de los propósitos y principios consagrados en esa Carta, así como una mayor disposición a dejar de lado excepcionalísimos inexistentes y concepciones supremacistas.
A fin de permitir que, de una vez por todas, el gran poder del multilateralismo se despliegue, para que la promesa de no dejar a nadie atrás, pueda convertirse efectivamente en una realidad para todos, sin distinciones ni cálculos políticos de ningún tipo, afirmó.
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