Temperaturas infernales de hasta 48 grados Celsios, récords incluso para la zona, generadas por una ola de calor, junto a la sequía crean las condiciones ideales para el desarrollo de la catástrofe, secuencia de una similar que en julio pasado devastó estos mismos parajes y cobró una treintena de vidas.
De momento no existe reporte de víctimas o de amenaza a propiedades, pero vecinos del escenario de la catástrofe alertan que el siniestro gana fuerza debido a la inusual fuerza de los vientos.
Pero lo peor es el pronóstico del ente meteorológico argelino, según el cual las altas temperaturas persistirán todo el fin de semana al igual que las condiciones calientes y secas, caldos de cultivo iderales para que los incendios prosperen.
mgt/msl