Tanto el coronel Mike Mikombe, uno de los acusados, y los representantes de la parte civil pidieron la presencia en el tribunal militar que lleva adelante el proceso, del gobernador de la provincia, general Constant Dima Kongbwa, y de otros oficiales de las Fuerzas Armadas de la RDC.
Ambas partes coinciden en que su testimonio puede arrojar luz en torno a la responsabilidad de cada oficial en la ejecución de la orden operativa ideada por el mando provincial, que dio lugar a la represión violenta de una manifestación de la secta Fe Judaica Mesiánica Natural hacia las Naciones, el pasado 30 de agosto.
Mikombe declaró ante el tribunal que tenía «pruebas irrevocables» de que el gobernador Constant Ndima Kongbwa era el comandante de la orden operativa, sin embargo, es preciso su testimonio.
Además, sostiene en su defensa que la secta, conocida como Wazalendo, fue catalogada en dicha orden como una fuerza auxiliar del Movimiento 23 de marzo (M23) y que bajo esa condición podría facilitar la infiltración de los rebeldes de ese grupo en la ciudad de Goma.
El pasado 30 de agosto, miembros de Wazalendo salieron a las calles de Goma a protestar por la presencia de las fuerzas de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en su país (Monusco) y otras organizaciones internacionales, así como para exigir su retiro por considerarlas inútiles.
La policía reprimió violentamente a los manifestantes causando la muerte de al menos medio centenar de personas, decenas de heridos y alrededor de 100 detenidos, de acuerdo con las cifras oficiales.
La matanza generó que el presidente de la RDC, Félix Tshisekedi, indicara la investigación a fondo de los hechos, razón por la cual se conformó una comisión interministerial que inició las pesquisas, tras las cuales seis soldados, entre ellos dos oficiales superiores, comparecen ante el tribunal militar de Kivu Norte.
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