De acuerdo con estimaciones de la entidad, 400 mil personas han huido de la brutal guerra civil militar en Sudán durante los últimos cinco meses con consecuencias en el estado físico y mental de los refugiados.
El asesor principal de la oficina regional de la OMS para África, Ramesh Krishnamurthy, alertó de la urgencia de intensificar las intervenciones en las áreas de atención primaria, de salud mental, materno infantil y nutrición.
En un examen reciente realizado en Chad, cuya zona este es uno de los principales destinos de los sudaneses, se encontraron casi 13 mil niños menores de cinco años que padecían desnutrición aguda.
Un informe de la OMS divulgado por Naciones Unidas evidenció un aumento de las admisiones hospitalarias de menores con desnutrición que se elevaron a más de la mitad en la provincia de Ouaddai, donde llega cerca del 80 por ciento de los refugiados del vecino Sudán.
En esa región, la agencia de salud de las Naciones Unidas entrega ayuda crítica a la ciudad de Adré, a sólo unos cientos de metros de la frontera con Sudán.
Al mismo tiempo, la OMS trabaja con socios para apoyar a los refugiados entrantes con servicios de salud, vacunas y medicamentos.
Hasta la fecha, esa entidad ha entregado 80 toneladas métricas de suministros a Adré junto con camas y colchones para apoyar la atención médica y quirúrgica.
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