Representantes de la Cancillería y de la Administración Nacional de Navegación y Puertos analizarán en el encuentro un informe de autoridades del país vecino sobre la tarifa, que este considera un derecho y Paraguay una violación, añadió en rueda de prensa el presidente paraguayo Santiago Peña.
El gobierno de Asunción –aseguró el mandatario- “quiere ser un factor de integración, no de división. Este tema parecería que nos enfrenta con Argentina, pero tenemos derecho a emitir opiniones diferentes. Lo importante es encontrar el mecanismo institucional para dirimir esto”.
Peña transmitió su esperanza en que la reunión de este martes sobre el peaje bonaerense en el tramo del canal hidrológico entre el puerto de Santa Fe y la confluencia con el río Paraguay es que Buenos Aires acepte un acuerdo, pero, de ocurrir lo contrario, “lo que corresponde es ir a un arbitraje internacional”.
Cuando los países firman un tratado –recordó- no están obligados a estar siempre de acuerdo, y por ello se establecen mecanismos para resolver dichas diferencias.
“Nosotros no queremos forzar a Argentina a que acepte la posición de Paraguay, sino encontrar el mecanismo para resolver nuestras diferencias”, subrayó el jefe de Estado.
Peña aseguró, al insistir sobre el uso de la hidrovía, formada por los ríos Paraguay, Paraná y sus afluentes, que su país “no tiene un futuro sin la libre navegabilidad de esas fuentes fluviales, que está amparada en un tratado”.
El presidente aclaró que no se trata de una defensa a los armadores de las embarcaciones guaraníes multadas por su navegación en el canal internacional y luego retenidas por acumulación de deudas, “sino de un principio de soberanía”.
Según Peña, la postura de Paraguay ante el cobro argentino de peaje en el citado tramo es apoyada por Brasil, Uruguay y Bolivia y viola los artículos del acuerdo de Santa Cruz de la Sierra sobre la libre navegabilidad de los ríos.
El presidente recordó que el problema en la hidrovía, que pasa por el centro de Paraguay, es un tema recurrente y de larga data vivido desde la época de la colonia.
De acuerdo con el gobernante local, la hidrovía Paraguay-Paraná debe convertirse en la mayor autopista hidráulica del mundo, al trasladar 40 millones de toneladas anuales procedentes de una de las mayores regiones productoras mundiales de alimentos y minerales.
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