Se destacó la presencia del jefe de Estado italiano, Sergio Mattarella y d la primera ministra de este país, Giorgia Meloni, así como del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, además del Comisario Europeo para Asuntos Económicos, Paulo Gentiloni.
La ceremonia luctuosa comenzó a las 11:30 hora local, en el Palacio Montecitorio, sede de la Cámara de Diputados, al cual llegó el féretro en la mañana desde una sala del Senado, en el Palacio Madama, donde el domingo y lunes se habilitó la capilla ardiente para un último adiós a Napolitano, quien falleció el 22 de septiembre, a los 98 años de edad.
Entre los oradores se encontraban el presidente de la Cámara, Lorenzo Fontana, y el del Senado Ignazio La Russa, así como Gentiloni, quien calificó al fallecido dirigente como “un gran reformista” y un “símbolo de la credibilidad y de la fuerza de las instituciones de la República”.
Nació en Nápoles el 29 de junio de 1925 y desde muy joven definió su rumbo cuando en el año 1942, como estudiante universitario en su ciudad, se convirtió en un firme opositor al fascismo y participó en diversas acciones de la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial, tras la cual se unió al Partido Comunista Italiano (PCI).
Como militante comunista, tras culminar sus estudios de Derecho asumió como diputado por primera vez en 1953 por la circunscripción de Nápoles, por la cual fue reelegido para sucesivos mandatos. Integró el Comité Nacional del PCI en 1956 y presidió el Grupo Parlamentario de su partido de 1981 a 1986.
En 1991, luego de la escisión del PCI, pasó a integrar el Partido Democrático de la Izquierda (PDS) y desde 1989 hasta 1992 fungió como diputado del Parlamento Europeo, hasta que ese último año fue designado presidente de la Cámara de Diputados de Italia, cargo que ejerció hasta 1994.
En 1996, ocupó el cargo de ministro del Interior durante el primer gobierno de Romano Prodi y tras ese período asumió nuevamente como europarlamentario entre 1999 y 2004, por los Demócratas de Izquierda (DS), hasta que en septiembre de 2005 fue nombrado senador vitalicio.
El 10 de mayo de 2006 fue electo, a los 80 años de edad, como presidente de la República Italiana, y cuando el 20 de abril de 2013 expiró su mandato mantuvo ese cargo por desacuerdo entre los partidos sobre su sucesor, y abandonó el puesto en enero de 2015, por motivos de edad y de salud, tras ejercerlo por ocho años y ocho meses.
Mattarella señaló en un mensaje tras conocer la muerte del destacado político que “gran parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX se refleja en la vida de Giorgio Napolitano, con sus dramas, su complejidad, sus objetivos, sus esperanzas”.
El expresidente italiano, al que el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, calificó como “un destacado exponente del comunismo italiano”, fue enterrado en el cementerio no católico de la Pirámide Cestia, en esta capital, donde también se encuentra la tumba del líder comunista Antonio Gramsci.
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