El evento, encabezado por el secretario general António Guterres, pasará revista al trabajo para apoyar los esfuerzos del país tras el fenómeno que provocó daños incalculables.
En 2022, las fuertes lluvias y deslizamientos dejaron un más de mil 100 fallecidos, entre ellos más de 350 niños; mil 600 heridos y una cifra superior a las 287 mil viviendas destruidas por completo y 662 mil parcialmente.
“El pueblo pakistaní se enfrenta a un monzón en esteroides. Esta crisis gigantesca precisa de una acción colectiva urgente para ayudar al Gobierno y al pueblo de Pakistán en estos momentos de necesidad”, alertó en agosto de 2022 el máximo representante de Naciones Unidas.
Entonces el foro multilateral y el Gobierno pakistaní lanzaron en Islamabad y Ginebra un plan de respuesta valorado en más de 160 millones de dólares.
Denominado Plan de Respuesta a las Inundaciones de Pakistán 2022, la iniciativa se planteó como objetivo cubrir las necesidades de 5,2 millones de personas, incluyendo partidas en seguridad alimentaria así como asistencia a la agricultura y ganadería.
Asimismo, promovió el apoyo a los afectados con alojamiento y artículos no alimentarios, programas de nutrición, servicios sanitarios primarios, protección, agua y saneamiento, entre otros.
Más de 12 meses después, la agencia de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que unos cuatro millones de niños necesitan aún ayuda humanitaria y acceso a servicios esenciales ya que la escasez de fondos sigue obstaculizando la recuperación.
A finales de agosto, la agencia estimó que ocho millones de personas, de la cuales alrededor de la mitad son niños, seguían viviendo sin acceso a agua potable en las zonas afectadas.
Al mismo tiempo, más de 1,5 millones de menores precisan todavía ayuda nutricional vital en esos distritos, precisó Unicef.
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