El presidente de Iraq, Abdelatif Rashid, exigió este miércoles investigar las causas del siniestro que provocó 114 muertos y más de 200 heridos.
Rashid calificó el accidente como una tragedia muy dolorosa y envió sus condolencias a las familias de las víctimas.
Según testigos presenciales, el incendio fue provocado por la utilización de fuegos artificiales en el interior de la sala donde se efectuaba la celebración ante unas 600 personas, en el distrito de Al Hamdaniya, provincia de Nínive.
El primer ministro Mohamed Shia al Sudani declaró tres días de luto en todo el país y el gobernador de la región de Nínive, Najm al Yubori, también anunció una semana de duelo en la provincia.
En julio del 2021, otro siniestro en un hospital de Iraq causó la muerte de más de 60 personas, en una unidad especializada antiCovid-19 en el hospital Al-Hussein de la ciudad de Nasiriyah, 370 kilómetros al sudeste de esta capital.
En abril de ese mismo año, otro suceso acaecido aquí, en un nosocomio, acabó con la vida de 82 personas.
Iraq depende de la industria petrolífera que sufrió un deterioro total, tras varias décadas de guerra y medidas opresivas de países occidentales.
En la percepción popular, el deterioro de las infraestructuras en los servicios públicos es la causa de las tragedias, luego de la invasión militar que encabezó Estados Unidos en marzo del 2003.
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