Una veintena de agencias de Naciones Unidas y socios humanitarios laboran en acciones que van desde la instalación de hospitales de campaña y tanques de agua hasta servicios de protección a afectados por el ciclón Daniel, que impactó con más fuerza a la región de Derna.
Las necesidades más urgente para la población, de acuerdo con ONU, son alimentos y vivienda, así como acceso a atención médica, servicios bancarios, apoyo psicológico y agua potable.
El foro y sus socios trabajan además con las autoridades para rehabilitar las escuelas antes de que comience el año académico, previsto para el domingo, luego de que al menos 117 centros escolares sufrieran perjuicios.
Otras 19 de estas intalaciones se utilizan para albergar a personas desplazadas internamente por el desastre.
Cifras del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estiman en 16 mil los niños obligados a abandonar sus hogares en el este de la nación tras el paso de Daniel que azotó esa región el pasado 10 de septiembre.
Unicef describió el fenómeno como el más mortífero registrada en África y aseguró que alrededor del 40 por ciento de los fallecidos son menores.
Por su parte, la entidad de ONU para migraciones informó que la tormenta desplazó a más 40 mil personas mientras que la Organización Mundial de la Salud confirmó más de cuatro mil muertes.
Otros ocho mil libaneses se encuentran desaparecidos en medio de la confusión de datos emitidos por las fuentes oficiales.
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