A propósito de la fecha, un encuentro de alto nivel celebrado en la sede del organismo en Nueva York insistió en la necesidad de trazar una ruta para el cese definitivo del uso de dichos explosivos.
En la cita, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió sobre la gestación de una nueva y preocupante carrera armamentista. El número de este arsenal podría aumentar por primera vez en décadas; se están socavando las normas logradas con tanto esfuerzo para impedir su uso, propagación y pruebas, recalcó.
“Cualquier uso, en cualquier momento, lugar y contexto, desencadenaría una catástrofe humanitaria de proporciones épicas. Esto no es una hipérbole, es el mensaje eterno de los hibakusha, los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki”, dijo.
La comunidad internacional debe reforzar y renovar el compromiso con el desarme nuclear y la no proliferación, régimen construido a lo largo de décadas que incluye los Tratados sobre la No Proliferación, Prohibición de Armas y Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. “En nombre de todas las víctimas, hago un llamamiento a los países que aún no han ratificado el Tratado a que lo hagan sin demora”, añadió.
Al mismo tiempo, convocó a desplegar las herramientas del diálogo, la diplomacia y la negociación para aliviar tensiones y poner fin a la amenaza nuclear. “Marquemos el comienzo de una nueva era de paz para todas las personas”, convocó.
La eliminación total de ese armamento es considerado un asunto de larga data para la ONU, desde la primera resolución aprobada por la Asamblea General, en 1946.
Sin embargo, el planeta acumula aún alrededor de 12 mil 500 de estos explosivos y los países poseedores cuentan con programas de modernización de sus arsenales a largo plazo con su propia dotación de fondos.
De acuerdo con estimaciones de la ONU, más de la mitad de la población mundial vive en naciones que, o bien son poseedores o miembros de alianzas para su uso.
El Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares insiste en reafirmar el compromiso de la comunidad global con el cese de su uso como una prioridad.
(Tomado de Orbe)