La instancia debe pronunciarse esta semana sobre los acusados por aquellas muertes de integrantes de la secta Fe Judaica Mesiánica Natural hacia las Naciones, conocida como Wazalendo.
El pasado 30 de agosto salieron a las calles a protestar por la presencia de las fuerzas de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en su país (Monusco) y otras organizaciones internacionales, así como para exigir su retiro, durante lo cual fueron reprimidos violentamente.
El hecho ocasionó la muerte de al menos 50 personas, decenas de heridos y alrededor de 100 detenidos, de acuerdo con las cifras oficiales.
El 29 de septiembre el fiscal solicitó penas de entre 10 años y cadena perpetua para seis soldados acusados en el proceso.
Entre ellos el coronel Mike Mikombe, principal encartado, recibió una petición de cadena perpetua y despido de las Fuerzas Armadas de la RDC por asesinato, destrucción de material de guerra e incitación a los soldados a cometer actos contrarios a la ley.
Mikombe, si bien no disparó directamente contra los seguidores de Wazalendo, es considerado como el máximo responsable por ser quien indicó las operaciones, según los testimonios ante el tribunal.
El equipo de defensa, sin embargo, pidió que lo absolvieran, al igual que al teniente coronel Donatien Bawili, y solicitó la comparecencia del gobernador de la provincia, general Constant Ndima Kongbwa.
De acuerdo con el testimonio del coronel Mikombe, existen “pruebas irrevocables” de que el gobernador fue el comandante de la orden operativa.
En tanto, el teniente coronel Donatien Bawili hasta el momento deberá responder por una pena de 10 años de cárcel por el delito de no denunciar a personas sujetas a la jurisdicción militar.
De los cuatro soldados de segunda clase procesados, tres corren el riesgo de pasar 20 años entre rejas, mientras uno podría ser condenado a 10 años.
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