Washington y sus aliados rechazan de plano la justa propuesta de llevar a cabo una investigación conjunta internacional, bajo observación de la ONU, en la que Rusia participe como parte directamente relacionada, apuntó.
El funcionario también criticó que EEUU, Dinamarca, Suecia y Alemania nunca han informado a Rusia los resultados de la investigación que hicieron sobre el sabotaje al gasoducto y calificó esa actitud como “una necia artimaña para encubrir las huellas de su responsabilidad en el incidente”.
Kim Jong Gyu recordó que, a un año del ataque (26 de septiembre de 2022), se han publicado “pruebas irrefutables” de la implicación de Washington y sus aliados en el sabotaje, e instó a la comunidad internacional a exigirles la verdad.
Justo al cumplirse el primer año del sabotaje, el prestigioso periodista estadounidense Seymour Hersh aseveró en un artículo que el comando estadounidense implicado en el ataque no dejó rastros porque no introdujo información significativa en los ordenadores que usaron y que todos los documentos en papel fueron destruidos tras la explosión.
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