La agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) precisó que casi 300 mil desplazados llegaron a través de la frontera a territorio sursudanés desde que comenzó el conflicto a mediados de abril, la mayoría de las cuales son repatriados.
De las poblaciones que arriban, uno de cada cinco menores está desnutrido y el 90 por ciento de las familias sufren inseguridad alimentaria moderada o grave mientras que una cuarta parte de las mujeres embarazadas y lactantes están desnutridas.
Tras años de conflicto, violencia, inseguridad alimentaria, impactos climáticos y desafíos de salud pública, la cifra de necesitados se estiman en 9,4 millones de personas que requieren protección y asistencia, según la oficina de asuntos humanitarios de la ONU (OCHA).
La temporada de lluvia agrava el contexto de los ya abarrotados centros de tránsito y cruces fronterizos, con inundaciones que empeoran la inseguridad alimentaria y contribuyen a la propagación de enfermedades, de acuerdo con el PMA.
Los sursudaneses regresan a un país que ya enfrenta necesidades humanitarias sin precedentes mientras muchas familias son víctimas de robos y violencias durante el tránsito desde Sudán sin nada más que la ropa que llevaban puesta.
Las familias que llegan ahora se encuentran en condiciones aún más vulnerables que las que huyeron en las primeras semanas del conflicto, alertó al respecto OCHA.
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