De hipocresía y contradictoria califican algunos analistas la decisión del demócrata de dar luz verde a la construcción de un tramo de 32 kilómetros de muro fronterizo en Texas bajo el pretexto de frenar la oleada de cruces ilegales hacia el territorio estadounidense.
En 2020, el Biden candidato prometió que no construiría ni un centímetro más de muro si era elegido y justo una de sus primeras medidas al asumir el cargo en enero de 2021 fue detener la ejecución de la valla antiinmigrante.
Sin embargo, en un reciente anuncio pasó por encima de 26 leyes para reanudar la construcción del muro fronterizo.
Esta será la primera vez que usará un amplio poder ejecutivo empleado de manera recurrente en la era Trump (2017-2021).
Entre las leyes que dispensarían se encuentran varios de los mismos estatutos que los demócratas trataron de proteger en el pasado.
Por ejemplo, la Ley de Política Ambiental Nacional, la Ley de Especies en Peligro, la Ley Federal de Control de la Contaminación del Agua (la Ley de Limpieza Ley del Agua) y la Ley del Aire Limpio.
Ante este giro de Biden, la reacción de Trump, quien hizo del muro una de sus principales promesas de campaña en 2016, no se hizo esperar y en su plataforma Truth Social lanzó los dardos.
“¿Se disculpará Joe Biden ante mí y ante Estados Unidos por tardar tanto en moverse y permitir que nuestro país se vea inundado con 15 millones de inmigrantes ilegales, de lugares desconocidos?”, escribió .
La administración Biden también retomará las deportaciones de venezolanos directamente a su país, en un intento por frenar la afluencia récord de cruces en la frontera entre Estados Unidos y México.
La Patrulla Fronteriza informó casi 300 mil encuentros en el sector del Valle del Río Grande entre octubre del pasado año y agosto último.
Trump presumió de construir unos 480 kilómetros del muro fronterizo cuando oficializó en agosto de 2020 su candidatura entonces a la reelección.
El republicano planteó: «el muro pronto estará listo y nuestros números en la frontera son los mejores de la historia” y lanzó una frase que desató la polémica cuando aseguró que “por cierto, México está pagando por el muro, por si no lo sabían».
La frontera entre Estados Unidos y México tiene una longitud de tres mil 142 kilómetros y previo a la entrada de Trump a la mansión ejecutiva había barreras o vallas de separación en alrededor de un tercio de la frontera, o sea, cerca de mil 50 kilómetros.
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