El primer ministro Alberto Otárola condenó el hecho y lo calificó como salvaje ataque y cobarde agresión que causó la muerte del inspector Rony Revilla y quemaduras de diversa gravedad a sus colegas Merly Ccanampa, Kevin Robles, Ronald Cruz, Elizabeth Puma y José Luis Yucra.
Según los ministerios del Interior y de Transportes y Comunicaciones, el ataque se registró en la localidad de Curahuasi, en las afueras de Abancay, capital de la región de Apurímac, cuando los inspectores realizaban un control vehicular.
El informe oficial no da detalles sobre los autores del ataque ni los señala como elementos armados y solo los menciona como “personas inescrupulosas”.
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