El mandatario firmó el decreto correspondiente en breve ceremonia en el palacio de La Moneda, acompañado por los ministros del Interior, Rodrigo Delgado, y de la Secretaría General de la Presidencia, Juan José Ossa.
Piñera puntualizó que según lo establecido, los 155 integrantes de la Convención Constitucional dispondrán de nueve meses, prorrogables a otros tres, para redactar y aprobar la carta magna, que deberá ratificar la ciudadanía en un plebiscito.
Señaló que el trabajo de ese grupo elegido en los comicios del 15 y 16 de mayo último ‘representa una gran oportunidad para lograr acuerdos amplios y sólidos que permitan dar origen a una Constitución que sea reconocida y respetada por todos’.
Dijo esperar que la ley fundamental que surja ‘constituya un gran marco de unidad, estabilidad y proyección hacia el futuro, para nuestra democracia y nuestra sociedad’.
Puntualizó que de acuerdo con el mandato constitucional, la Convención ‘deberá respetar el carácter de República del Estado de Chile, su régimen democrático, las sentencias judiciales firmes y ejecutoriadas y los tratados internacionales ratificados y que se encuentran vigentes’.
Aun cuando parte de los constituyentes ya se manifestaron por darle amplias atribuciones a este órgano, Piñera advirtió que este no puede atribuirse el ejercicio de la soberanía, ni asumir otras atribuciones que no le hayan sido expresamente conferidas’.
Insistió en que la Convención tendrá la misión de buscar acuerdos y lograr las mayorías de dos tercios necesarias para acordar y proponer una nueva Constitución para Chile, pero –según dijo- ‘respetando siempre la carta que rige actualmente y el Estado de Derecho’.
Asimismo aseguró que el Gobierno prestará todo el apoyo técnico, financiero y administrativo necesario para su funcionamiento.
Finalmente consideró esencial la participación de la ciudadanía pues ‘por primera vez en nuestra historia estaremos escribiendo democráticamente y con una amplia participación una nueva Constitución para Chile’.
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