Vieira, que concluyó su visita de trabajo a Camboya, pospuso su visita a Filipinas y viajó este jueves a la ciudad estadounidense.
El Palacio del Planalto (sede del Poder Ejecutivo en Brasilia) informó que la cita en Naciones Unidas fue convocada por Brasil y en la agenda del evento se abordará la situación humanitaria en la Franja de Gaza, amenazas a la seguridad y a la paz mundial, y desdoblamientos del conflicto en Oriente Medio.
La nueva escalada de violencia comenzó el sábado por una ofensiva sin precedentes en los últimos 50 años lanzada por el ala militar del movimiento Hamas contra ciudades situadas en su mayoría en zonas ocupadas durante 75 años por Tel Aviv, en Cisjordania.
En respuesta a la arremetida de Hamás, el Ejército israelí puso en marcha la operación Espadas de Hierro y lanza varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza.
De acuerdo con últimos datos, el ataque de Hamás causó al menos mil 300 muertos y tres mil 268 heridos en Israel, mientras que los bombardeos israelíes en Gaza dejaron mil 354 vidas perdidas y al menos seis mil 49 lesionados.
El miércoles, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva hizo un llamamiento al secretario general de la ONU, António Guterres, y a la comunidad internacional, en defensa de los niños palestinos e israelíes.
«Aprovechemos todos los recursos para poner fin a la más grave violación de los derechos humanos en el conflicto de Oriente Medio. Los niños nunca podrían ser tomados como rehenes, no importa en qué lugar del mundo», escribió Lula en una red social.
Consideró «necesario que Hamás libere a los niños israelíes secuestrados de sus familias. Es necesario que Israel cese el bombardeo para que los niños palestinos y sus madres abandonen la Franja de Gaza a través de la frontera con Egipto. Es necesario que haya un mínimo de humanidad en la locura de la guerra», remarcó.
Recientemente, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, reclamó a la comunidad internacional ayudar al pueblo palestino a obtener sus derechos y a presionar a las autoridades de Tel Aviv para obligarlas a detener sus crímenes.
Brasil asumió en octubre la presidencia rotativa del Consejo de Seguridad.
El gigante sudamericano ocupa una de las 10 vacantes de esa junta para miembros no permanentes, en un mandato que continúa hasta finales de este año.
También el país es uno de los mayores participantes entre los miembros no permanentes del consejo, detrás solo de Japón. Desde su creación, en 1948, esa es la oncena presidencia brasileña.
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